Mi genial silla de ruedas. A motor claro. BUSCANDO LA INDEPENDENCIA

He estado mucho tiempo sin ella. Bien es cierto que llegue a estar cerca de no necesitarla, muy cerca. Eso era cuando caminaba “solo” y bajo techo, alrededor de 800 metros (vale, había una persona que me supervisaba, pero ésta no me tocaba). No me preguntéis por qué caminaba a pelo, porque ahora no sé cómo he aguantado tanto tiempo caminando así.

Supongo que me daba vergüenza. ¿Era estupidez? Sí que lo era, porque ahora con la silla ya aquí, me doy cuenta de que es muchísimo más llamativo (o llamadlo de otro modo si se prefiere)ver a un chico aproximarse siendo su marcha muy inestable que haciéndolo en una silla de ruedas que en no de cada ocho hogares familiares han contado con una de éstas. Eso la convierte en bastante popular y estoy seguro de que todo el mundo ha visto al menos una. Aunque ese porcentaje se dispara si hablamos del número de personas que salen con ella a la calle

La que yo utilizo tiene un motor, lo que la convierte en un tipo de silla más impopular pero muchísimo más guapa, con la que puedo alcanzar velocidades que sin el motor no podría ni soñar. Tampoco es que vaya muy rápido (6-7 Km/h), pero  la frase es verdad y también me gusta. Pero no todo es la velocidad, ha sido importante la comodidad (no tener que ir haciendo fuerza para desplazarme, sin lugar a dudas la hace más cómoda), la funcionalidad (al tener afectado un lado del cuerpo, hace que ésta sea mucho mejor si es a motor) para la estética de la misma, porque hay adaptaciones, como la pelota granate en el mando de dirección sólo eran posibles en una silla de ruedas eléctrica, y ahora que está de moda añado la seguridad, porque ésta sí, me ofrece una fiabilidad del 100%. Esto resulta completamente contradictorio porque el verdadero motivo por el que me me compré esta silla fue para obtener una independencia que no acaba de llegar. Es por eso que de estética es de lo que me preocuparé, porque el resto está precticaménte resuelto. Empezaré diciendo que ésta me ofrece muchas más posibilidades de tunear que el andador. Por eso y aunque el artículo acaba aqui, yo fijísimo que aún no he terminado.



Con todo tuneado